viernes, 25 de diciembre de 2009
"CAPITULO 7." @ 13:15
Los días pasaban y no teníamos información de nada. Llegaron las vacaciones de fin de año, y la verdad me pareció raro que me las dieran, no trabajo más de 2 días ahí y ya tengo unos vacaciones. En fin, eran simplemente los francos de noche buena navidad, y año nuevo, supuse que todos en el estudio jurídico se los tomaron, igualmente quería estar segura.
Agarré el teléfono de mi mesa de luz y lo llame.
-Hola?
-Hola santiago, como estas?
-Bien Mia y vos?
-Bien, bien, mira te quería preguntar, todos tienen franco hoy?
-Por supuesto, por?
-No quería saber, solamente..
-Ok, ya que me llamaste te quería contar algo.
-Soy todo oídos.
-Bueno, resulta que Sam esta muy enojado con la policía científica.
-Por?
-Porque dieron un período de dos a tres semanas para entregar el informe con las pruebas dactilares y todo eso.
-Pero.. el primer juicio es la semana que viene...
-Por eso, y nosotros estamos en la nada con la poca información que le pudimos sacar a los testigos. Necesitamos otra estrategia.
-Yo tengo una. -Le dije
-Cual?
-Te acordas cuando fuimos a la cárcel, y les pedí que me dejaran sola?
-Si, si lo recuerdo.
-Bueno estuve hablando con ellos sobre sus vidas...
-Ganándote su confianza?
-Eso intento.
-Es buena, podrías sacarle más información.
-Bueno, cuando retomemos el trabajo te cuento.
-Muy bien, feliz navidad Mia.
-Gracias igualmente Santiago.
Corte y fui al comedor, Amanda y Tony estaban completamente emocionados por la cena de noche buena, corrían de un lado al otro cocinando, decorando, poniendo la mesa...
-Tu espíritu navideño me inunda. Me dijo Tony.
-No te contagies, podes estallar.
-Dejen de pelear ustedes dos, Mia cambiate aunque sea, si?.
-Quienes vienen ? pregunte.
-Mis papás y la hermana de Tony con su marido.
-Ok.
Me pegue la vuelta y me fui a cambiar, las navidades después de que mi abuela había muerto no eran lo mismo. Y la verdad, que todo ese espíritu navideño que tenia años atrás, hoy se habían convertido en asco hacia esta fecha.
En fin, la mesa estaba servida, todos sentados, comiendo y escuchando las anécdotas del padre de Amy. Exactamente igual que el año pasado. Se hicieron las doce, y todos brindaban, se deseaban feliz navidad, abrazos, besos, aprobeche ese momento para hablar.
-Disculpen todos, pero me tengo que ir a visitar a una amiga. Espero que terminen bien la noche, feliz navidad.
Dije yéndome hacia mi habitación a buscar un abrigo.
-Desde cuando tenes otras amigas vos?
Me di vuelta sobre exaltada, Tony me miraba apoyado en el marco de la puerta.
-Me tengo que ir Tony, te prometo que después te explico.
-Tan apurada estas?, contame ahora.
-Voy a ir a la cárcel.
-Q..Qu..Que? Me dijo abriendo los ojos como dos platos. Estas loca!, no te voy a dejar ir.
-Soy grande Tony, puedo cuidarme sola.
-Te acompaño, no podes ir SOLA.
-No Tony, quedate acá, e inventale algo a Amanda.
-Te pensas que se lo va a creer?
-Por favor Tone, sos el rey de la mentira.
-Bueno no me des tantos honores. Sonrió.
-Aparte, sabes que un poco de alcohol se convierte en MUCHO alcohol para Amy. En este estado si le decís que los chanchos vuelan te va a creer.
Se río
-Entonces.. Me cubrís?
-Si dale anda, por favor, cuidate!, cualquier cosa llamame, te lo suplico.
-Si tone, tranquilo.
Agarre el abrigo y me fui lo más rápido que pude para que no comenzara la guerra de preguntas, subí al auto y maneje hasta la cárcel.
Todo estaba frío como antes, y por sobre todo oscuro. Ni la navidad le daba alegría a este lugar.
Por supuesto que no.
No había nadie en la entrada así que directamente me diriji a las celdas, estaban todas vacías. Supuse que estarían festejando afuera. Seguí caminando mirando a todos lados, unos pasos hicieron que me quedara dura.
-Que haces acá?
Me di vuelta y atrás mio, estaba Joe. Observándome con su mirada dura, como lo hacía siempre.
-Eh eh eh... la verdad no se. Vine a ver como estaban, creo.
-En navidad?
-Si bueno, es una larga historia... Los demás?
-Afuera, festejando.
-Ah.. y vos porque no estas con ellos?
-Te digo la verdad, no me gusta la navidad.
-Ah...
-Bueno, ya viste como estamos... Es mejor que te vayas Mia.
-Por?
-Es peligroso que estés acá, a esta hora.
-Pero vos me podes cuidar...
Ok, que estaba diciendo? porque no pienso bien antes de escupir las palabras así por que sí. Igual, ya era tarde
-Como quieras. Dije tratando de arreglar el desastre que había hecho segundos atrás..
-Bueno, si queres vamos a la parte de atrás, es más seguro...
- O.. Ok.
Joe iba caminando enfrente mio, no sabia donde estábamos yendo, pero aparecimos en un patio que estaba totalmente vacío. Fue y se sentó en un banco, yo lo seguí.
-Eh, porque no hay nadie en la puerta?
-No había nadie?, confiaran en nosotros.
Me reí.
-Y bueno, todavía no me contaste por que estas acá.
-Bueno, no se. Perdí el espíritu navideño desde que mi abuela murió. Ya no me interesa esta fecha si ella no esta. Y tanto espíritu en mis amigos, me aburre. Saque el auto y maneje sin saber a donde ir..
Mentía.
-Y llegaste aca.
-Como ves... Y tu falta de espíritu navideño a que se debe?
-Varias cosas.
-Ok, si no queres contar...
Me miró, pero no se, esta vez su mirada era distinta.
-Vos queres saber todo.
-Soy chusma lo admito.
Sonrió.
Bien, lo había hecho sonreír, era la primera vez que veía sus diente en una perfecta sonrisa. Mis pensamientos se nublaron, no era nada bueno esto que me estaba pasando.
-Oh, tenias dientes!?. Le dije después de que volví a la tierra.
-Bueno te voy a contar.
-Soy toda oídos. Me miró y comenzó su relato.
-Casi igual que vos. No me gusta la navidad, nunca me gusto.
-Por?
-En casa los regalos siempre le llegaban a mi hermano, y yo tenia que conformarme con verlo jugar a él. Porque según mi mamá, papá noel no le traía regalos a los chicos que se portaban mal.
-Pero te portabas mal?
-No, era una excusa estupida para no decirme que le regalaban cosas a él, porque era el chico promedio. Todo 10, mientras que yo tal vez no tenia malas notas, pero no llegaba al 10, entonces llegaba la frase...
"deberías ser un poco más como tu hermano"
-Eso es cruel.
-Si.. pero por eso el sigue siendo el hijo prodigio, y yo una simple rata encerrada en una cárcel.
-Estas seguro que el sigue siendo el mejor?
-No me ves Mia?, yo estoy acá, y el es libre.
-Pero estás acá por que queres, o porque debes?
-Estas tratando de sacarme información Mia, sabes que no te la voy a dar.
-No no, simplemente. Joe.. quiero ayudarte. Por que no se dejan ayudar?
-Deberíamos?
-Están prefiriendo perder su libertad, mientras que la persona que los estafo, defraudo, sigue caminando por las calles?
-Hay muchas cosas en juego.
-Joe.. cosas en juego? -Me paré- cosas en juego?, perpetua les van a dar, mientras que esa persona sigue estafando gente como ustedes. Que crees?, que los va a sacar?. Es imposible. Primero que no puede pagar fianza para sacarlos, y tampoco creo que lo haga. Segundo, puede contratar un abogado mejor que nosotros?. Realmente lo dudo, y no lo digo por alardear, si no porque nos encargamos de los casos "interesantes" y si son buenos, te puedo asegurar que le ponen toda la fuerza para ganarlos. Y tercero, estoy segura que no va a ensuciarse las manos, por librarlos a ustedes, porque por algo, lo hizo.
Termine de hablar y Joe miraba duro hacia el piso. Estaba en duda realmente si respiraba.
-No vas a contestar?
Me miró.
-Ok, te dije todo lo que tenia que decirte. Vos elegís, me decís ya, si queres que seamos tus abogados, claro, con la condición de que simplemente nos cuenten todo, o van a morir en la cárcel. Espero tu respuesta.
El patio después de mi largo discurso se había convertido en un desierto, el silencio era penetrante, hasta que se escucharon unos pasos acercándose.
-Quien?... Ah hola Mia. -Miró hacia el banco- Joe, que.. que hacen acá?
-Estaba preguntándole a tu amigo, que quieren hacer, si quieren que los defienda, o quieren morir en la cárcel. Si es así, les juro, que me voy y no me ven más la cara en su vida.
Ok, me estaba metiendo en un terreno difícil, la verdad no sabía si esto iba a funcionar tal como lo estaba pensando. Y si salía bien, tampoco tenia idea como continuar con esto.
Los miré irse a hablar en privado. Discutían. Yo simplemente me senté en el banco a esperar. No sabía que hacía acá, como iba a volver, ni tampoco que iba a decir después de su respuesta.
Se acercaron después de que su discusión cesó. Y al parecer se habían puesto de acuerdo.
-Mira Mia, la situación en la que estamos no es nada facil.
-Lo sé.
Por supuesto estaba hablando Nick, estaba segura de que Joe al lado de él, no iba a emitir palabra.
-Y siéndote sincero, no pretendemos morir acá. Pero también pensamos que no podemos hacer nada para que no suceda.
-Queres que te vuelva a dar el discurso que le di a él -Señale a Joe- O ya te lo contó?.
-Yo lo sé todo eso Mia.
-Entonces por que no me dejan ayudarlos?
Se miraron.
-No estamos seguros que puede ocurrir después de que te contemos... todo.
-Estoy dispuesta a correr el riesgo.
-Es peligroso Mia. -Dijo Joe-
La intuición me falló, Joe si habló.
-No me importa.
-No queremos que le pase algo grave a alguien por nuestra culpa...
-Te dije Nick, que estaba dispuesta a correr el riesgo. Confíen en mi, y nada malo va a pasar. Sabemos lo que hacemos, si no, no hubiéramos tomado el caso.
-Esta bien.
-Entonces.. Van a contarnos todo?
-Contarte Mia. Solo a vos. -Dijo Nick-
-Por qué solo a mi?
-Porque confiamos en vos, además vos vas a contárselo a terceros... No podemos darnos el lujo de que vean entrar a tanta gente. Tal vez nos espían. Con que vos te hagas pasar por familiar, es suficiente.
-Me parece bien.
-Bueno, creo que es hora de que te vayas, no es bueno que estés acá.
-Lo sé. -Empece a caminar-
-Espera!, te acompaño, no vayas sola -Me dijo Joe-
-Eh.. Ok.
Caminamos de vuelta por el mismo camino que habíamos hecho al llegar. Con la diferencia de que Joe se desvió, me quede parada mirando a las celdas. Todavía estaban vacías.
-Los otros días te olvidaste esto. -Me extendió mi suéter-
-Ah.. gracias, no me había dado cuenta.
La entrada seguía vacía, me fui sin despedirme de Joe, creo que el tampoco tenia intenciones de hacerlo.
No me importó, me iba de ahí, con algo importante.
"Mi primer caso como abogada".
jueves, 10 de diciembre de 2009
"CAPITULO 6; don't charge me for the crime." @ 7:55
MIA POV. "Mia point of view" (narración)
Me desperte como todos los días con ese ringtone asqueroso de mi celular, que a veces lograba ponerme de mal humor, pero hoy no era el día.
Quería tener mi mente en blanco, o sea, yo estudie, y me capacite, pero no se si soy capas de resolver un caso, o en este caso darles la menor cantidad de años de prisión posibles a esos dos chicos.
La verdad no tenia ni idea como lo iba a hacer, y tener la mente en blanco me era imposible. Mi cabeza era una industria de hacerse preguntas que no tenían respuesta.
Me cambie y me fui al estudio lo más rápido que pude.
-Buenos días Mia. Me dijo Sam no bien abrí la puerta.
-Buen día.
Me senté al lado de él, Santiago miraba atento.
-Te estábamos esperando, Sam por favor contanos que averiguaste.
-Bien, Nicholas y Joseph no tienen antecedentes penales, así que tal vez la hipótesis de que un tercero los engaño, puede ser cierta. Segundo, no se encontraron más huellas en el cuarto del banco, es muy extraño que si alguien más los acompañó, como dicen ellos, no haya tocado nada y ellos si.
-Guantes? -acoté.
-Probablemente. Lo más extraño es que ellos no hayan usado, en fin, otra cosa que averigüé es que el mes pasado se encontraron unos planos de este mismo banco en una casa abandonada, todavía están rastreando las huellas de la casa, así que en cuanto a eso no tenemos información, pero es un buen punto para encontrar el cabeza del robo.
-Puede ser una pista falsa para despistarlos, cuidado. -Dijo Santiago.
-Si, a mi me parece extraño que estos hombres estén tan tranquilos, esperan algo, como si de repente alguien los viniera a rescatar. -Dije.
-Pienso igual que vos Mia, para eso tenemos que interrogarlos otra vez, pero tenemos que ir a la prisión. Te animas?
Me levante. -Claro, si.
-Eh... la ropa... bueno, nosotros te cuidamos. -Dijo mirándome de arriba a abajo y riéndose.
-Que, que pasa con la ropa? Estoy mal?
-No por Dios -Dijo Sam.
-Para nada, solo que un poco apretado para ir a una prisión de Hombres. -Dijo Santiago haciendo énfasis en la ultima palabra.
Empezaba a sentir como llegaba la sangre a mis mejillas y estaban a punto de explotar.
-No te sonrojes, tenes dos hombres que te cuidan. -Dijo Sam sacudiéndose el cuello del saco.
-Tres. -Dijo alguien a través de la puerta.
-Me olvide de decirte, Daniel nos acompaña.
-Claro. -Volvió a besar mi mano como lo había hecho ayer en el restaurante.
Ya era un tomate. Demasiada atención para mi gusto, tener la vista de los hombres posada en mi no era algo muy común en mi vida. A kevin lo conocí en la universidad, y tampoco me miraba como para que me sienta sonrojada, es más, era un fantasma cerca de él.
Llegamos a la cárcel, caminamos por un pasillo largo y frió, estaba oscuro. A unos pasos comenzaban las celdas, yo iba escoltada por Sam y Daniel a mis costados mientras que Santiago iba en frente hablando con el Jefe de policías, así que me parecía imposible ver a los presos. Después de caminar al menos 2 minutos, nos paramos.
-Allá estan. -Dijo el Jefe.
-Muchas Gracias.
Nos acercamos y nos abrió la celda, entraron todos los hombres, y por último yo.
-Buenos días caballeros. -Dijo Santiago.
Me pare a un costado de la celda, era muy amplia para dos personas, supuse que tenían la mejor celda del lugar. Joseph, estaba acostado mirando al techo, cuando escucho la voz de santiago, lentamente se sentó en la cama. Mientras que Nicholas estaba sentado jugando a las cartas solo, supuse que jugaba al solitario.
-Nos agarran ocupados. -Bromeó Nicholas.
-Ya veo, venimos a interrogarlos nuevamente, si están dispuestos claro.
-Ya dijimos todo lo que podíamos decir. -Comentó Joseph.
-Están seguros que no hay nada más por decir? -Dije.
-No.
Joseph tenia la mirada fija en mi. Sus palabras eran como hachas, pero estaba segura que algo escondía, y lo tenia que averiguar.
JOSEPH POV. "Joe point of view" (narración)
Habían pasado 3 días que estábamos encerrados en esta celda, y juro que no lo soportaba más. Estaba seguro que no merecíamos esto, o al menos yo no lo merecía.
Me acosté a mirar el techo, me quede pensando en todo lo que me perdía estando acá. Por un error.
Nicholas hablaba mientras jugaba al solitario, supuse que me hablaba a mi, pero realmente no tenia mi atención puesta en él.
Escuchamos unos pasos y a la milésima de segundo Nick dejo de hablar. Supuse que estaba diciendo algo que no debía.
En tan solo unos segundos teníamos a los abogados y detectives del caso frente nuestro.
Me senté en la cama y los miré. Por detrás de ellos venia la chica, la abogada. Se quedo mirándome unos segundos y después alejo su mirada.
-Nos agarran ocupados.
-Ya veo, venimos a interrogarlos nuevamente, si están dispuestos claro. -Dijo el abogado.
-Ya dijimos todo lo que podíamos decir. -Le dije mirando a la mujer.
-Están seguros que no hay nada más por decir? -Me dijo.
-No.
-Eh, quisiera hablar con ellos a solas.
-Pero Mia, estas segura?
-Claro. -Les dijo muy decidida.
-Ok, te dejamos, estamos en la sala de espera.
-Ok.
Todos se fueron y quedo ella sola mirándonos.
Se saco el suéter y se sentó al lado mio en la cama. Pude sentir su perfume rosar mi nariz. Olía a vainilla con un toque de algo, que no pude descifrar, porque interrumpió mis pensamientos con su voz.
-Te molesta que me siente acá? -Me dijo.
-Eh.. no, no.
Genial, me estaba poniendo nervioso?
-Bien, no los quiero presionar, simplemente quiero que me cuenten quienes son. No nacieron de un repollo a los 25 años, tuvieron una vida y los quiero conocer.
Se acomodo un poco en mi cama y me miró. Esperando a que empecemos a hablar. Era un poco extraña, para que querría conocernos?, si es simplemente nuestra abogada. Nos miramos con Nick y el asintió con la cabeza, supuse que no era nada malo contarle nuestras vidas.
-Claro, yo soy hijo único. Mis papás murieron cuando tenia 16 años, y viví con mi abuela hasta los 18, y me mudé.
-Tu abuela sigue viva?
-Si, es lo único que tengo. La quiero mucho.
-Yo tengo una historia parecida a la tuya. -Dijo.
-Si?..
-Mia, me llamo Mia.
-Claro, Mia. Cual es tu historia?
-Yo no soy hija única, tengo una hermana, mis padres me abandonaron y se fueron con ella a Europa. Y me quede con mi abuela, hasta que murió hace unos años. Ella era lo más importante que tenia en mi vida, además de mis amigos.
-Wow. -Dijo nick, mirándola asombrado.
-Y vos, Joseph?
-Joe, decime Joe.
Me miró tan asombrada que me asuste. -Claro, Joe. No me vas a contar?
-eh, si.
-Escucho.
-Mi mamá fue madre soltera. Mi papá mientras eran novios la maltrataba, y ella tenia miedo de perderme, así que escapó. Después de que nací, ella tuvo otra historia con un hombre, y tuve a mi hermanito.
Me escuchaba tan atenta, parecía un nene cuando le estas contando un cuento antes de la hora de dormir.
Me aclaré la garganta y seguí hablando.
-Me pelee con mi mamá y no la veo hace mas o menos un año, mi hermano es un gran empresario, le va muy bien.
-Y a él lo ves?
-No. Él no quiere verme.
-Sabes Joe, sos extraño para mi.
-En serio? -Le pregunté interesado.
-Si. no hablas mucho, tu mirada y tus palabras eran muy chocantes, hasta que te abriste para contarme esto.
-Vos también sos extraña para mi, Mia.
-Se están tuteando mucho ustedes dos. -Rió Nick.
Ella sonrió.
-Por que yo soy extraña?
-No se, sos indescifrable.
-Interesante. -Dijo parándose.
Estaba por hablar nuevamente cuando el abogado apareció por atrás.
-Todo bien Mia?
-Si ya me voy.
-Un gusto conocerlos chicos.
-Lo mismo decimos Mia. -Le contesto Nick.
Me miró.
-Claro, si. -Le dije.
El hombre le abrió la celda y se fueron, los vi caminando hacia el pasillo hasta que desaparecieron.
Se había olvidado el suéter.
-Eh, se olvido...
-No creo que te escuche. -Me dijo Nick mientras reía.
-Así que la abogada te parece interesante?
-Cállate Nick.
-Bueno, bueno. Te altera estar encerrado a vos.
-Me altera la situación Nick.
-Todo va a estar bien, estoy seguro.
-Eso espero. Dije dejando a un lado de mi cama el suéter de Mia, mientras cerraba los ojos para poder dormir.
martes, 8 de diciembre de 2009
"CAPITULO 5" @ 12:24
Aclaración: Cambie el _____ del nombre por "Mia", me resulta más fácil para escribir. Pero es solo un nombre, no cambia nada de la historia :)
Me tire en la cama y me quede mirando el techo. No entendía como en tan poco tiempo me sucedió todo esto. La rapidez con la que leí en el diario lo que estaba buscando, "un trabajo" y como en menos de dos días lo encontré. Conseguí lo que quería, como hace años que no hacia.
Seguí delineando con mis ojos cada madera del techo, mi mente era una maquina de hacerse preguntas.
Podre hacerlo?, Por qué tuve que decir que si, a un caso tan extraño?, Por qué esos dos chicos no quisieron decir la verdad?, Por qué uno de ellos no articulaba palabra?, o bueno, si lo hacia, pero era como si nada.
Me quede pensando en ese chico, el tal Joseph. Su manera extraña de mirar era escalofriante pero a su vez me atrapaba. Es un misterio, por más que estuvieras mirándolo por horas, dudo que descifraras lo que piensa. Es más, yo no pude, y creí que tenia una especie de don con las personas.
Su voz era ronca y a la vez suave, como si jamás abriera la boca para hablar, cosa que parece muy obvia.
Amanda interrumpió mis pensamientos tirándome un almohadón en la cara.
-En que pensas abogada?
Reí con su cumplido
-eh..eh nada.
-Pocas personas se cuelgan mirando al techo y no piensan nada, es posible?
Volvimos a reír las dos.
-Pensaba en lo rápido que había pasado todo esto, es tan extraño, nunca me pasan cosas buenas, y es.. no se... raro.
-Lo bueno siempre llega amiga, pero vos no pensabas en eso solamente eh, a mi no me engañas.
Vi su cara de malicia y como preparaba otro almohadón, así que antes de morir, procedí a contarle lo que pensaba.
-Te enamoraste del ladrón ? Me dijo con los ojos abiertos.
-Eh?, nooo, estas loca? no, no.
-Entonces te gusta el detective -Río.
-Eh no, bueno si, pero no. Ay basta Amanda.
-Ok, ya ya. Entonces porque tanto interes en ese tal Joseph?
-No se, es extraño, con el pierdo mis dones.
-Tenes que dejar de leer un poco historias de fantasía. Mia, te hacen mal.
Reímos juntas, hasta que alguien interrumpió la charla.
-Buenas, buenas de que se ríen estúpidas?
-Tony. Dijimos al mismo tiempo.
-De tu cara
-Gracias por el cumplido. Dijo abalanzándose sobre mi cama.
-Que hacemos hoy?
-Nada Tony, Dormir?
-Me encanta tu espíritu adolescente Mia.
-Bueno, bueno, que queres hacer?
-No se, que el espíritu adolescente proponga algo. Dijo riendo.
Una canción comenzó a sonar cuando estaba por emitir palabra.
Mi celular.
-Te salvo la campana. Dijo Tony agarrándola de la mano a Amy mientras se iban hacia afuera.
Vi la pantalla del celular y sin ánimos atendí. Sabia lo que se avecinaba.
-Donde estas? Gritaron del otro lado del teléfono.
-A que viene la pregunta?
-Me queres decir donde estas?
-Que queres Kevin, no tengo todo el día.
-Necesito disculparme, no puedo hacerlo por teléfono.
-Lo lamento, estoy en el medio de la calle, o lo decís ahora, o nada.
Otra mentira más.
-Sabes que te amo no?
-Redondea Kevin.
-Necesito verte, por fa...
En ese preciso momento al otro lado de la linea, una voz de mujer le pedía a Kevin, que cortara. No iba a esperar que me mintiera.
-Pareces ocupado, te dejo.
-No pero, Mia...
Fue lo ultimo que le escuche decir. La verdad no quería sufrir otro abandono, no era lo que estaba buscando. Tampoco estaba en mis planes enamorarme de un estúpido, aunque ahora me doy cuenta que nunca estuve enamorada. No es que yo quisiera abandonarlo, es más detesto esa palabra y en sentimiento que produce. Pero tal vez Amanda tenia razón, y no soy un papel, para que me usen y me tiren.
-Te lo dije. Escuche que decían por atrás de la puerta.
-Sabias que es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas?. Dije mientras salia al comedor.
-Bla bla bla. Reconocelo.
-Cotorras cámbiense y nos vamos.
-A donde?
-Que se yo, hasta en la esquina hay mas aire que acá adentro.
-Si mi comandante.
Nos cambiamos y salimos. Era bueno tener a Tony, siempre fue como un padre y un amigo de 24 años. Nada normal.
Caminamos al menos una hora y media sin encontrar donde ir.
-Entremos acá, muero de hambre. Dijo Amy señalando un restaurante.
-Ya ya, entremos o se puede convertir en un caníbal.
-Ja-Ja Rió sarcásticamente
Nos sentamos en una de las mesas y esperamos a que el mesero nos atienda.
No pasaron ni 5 minutos cuando alguien se acerco, pero no era precisamente lo que estaba esperando.
-Mia ?
-Eh. Dije confundida mirando arriba.
"ay, no"
-Pensé que venias. Espera. Escuchaste mi mensaje, te llame como quince veces.
-No, a ver espera... Saque de mi cartera mi celular. -Batería baja.
-No hay problema, nos juntamos a comer y quería presentarte algunos compañeros de trabajo. Pero veo que estas con amigos así que será otro día.
-No espera Santiago. Un rato puedo ir.
-Este Ok.
Estaba completamente colgado mirando a mi amiga.
-Santiago Hola?, llamando a tierra.
-Ah si, si, Vamos.
Comenzó a caminar y lo seguí, me di vuelta mientras caminaba -Ya vuelvo- les dije a mis amigos y seguí.
Cuando llegamos a la mesa eran todas personas jóvenes. No superaban los 30.
Al lado de Sam había una mujer que estoy segura no tenia más de 28. Pelo corto y negro, extremadamente bien vestida, reía a carcajadas junto al serio detective, que al parecer tenia una cara que no se veía a simple vista. Del otro Lado un hombre de pelo largo y flequillo al costado, tampoco superaba los 28 años. No era rubio, pero tampoco era castaño, tenia un color de pelo intermedio. Me miraba interesado, como si buscara algo. Santiago se sentó a su lado, y me invitó con la mirada a sentarme junto a él.
Amigos, ella es Mia, nuestra futura abogada prodigio.
-Dudo que me superes querida. Dijo la mujer de pelo corto.
Me quede pálida por los 5 segundos que volvió a hablar.
-Es un chiste, tranquila. Yo soy Selena. Mucho gusto Mia.
-Parece que Sam te contagió su humor desconocido por mi, hasta hace, 1 minuto.
-No te metas conmigo, puedo investigarte.
Todos reímos.
-En horario de trabajo Mia, soy otra persona como verás.
-Ya veo... y vos sos? Dije mirando a la única persona que no me había sacado los ojos de encima, pero sin embargo no se digno a presentarse.
-Daniel, mucho gusto Mia. Dijo tomando mi mano y dando un pequeño beso en ella.
-Lo lo.. mis..mismo digo. Dije terminando por dar una bocanada de aire.
-Daniel, deja de ponerla nerviosa. Dijo Santiago.
-Es mi naturaleza, lo lamento.
Ellos rieron, supuse que era un chiste interno.
-En fin, Daniel y Selena son como vos Mia. Comenzaron a trabajar hace tan solo 1 año y medio.
-Con 5 casos resueltos con éxito. Dijo Selena.
-No presumas. Le dijo Sam. Parecía haber mucha confianza entre ellos.
Sonreí.
-Tenes todas las capacidades para dentro de un año y medio, estar en la misma posición que Selena.
Dijo santiago.
-Gracias.
-Queres tomar algo Mia?
-No gracias, tengo que ir con mis amigos, me están esperando.
-Espera, espera! Me dijo Sam antes de que diera un paso para levantarme.
-Que?
-Se que no es horario de trabajo, pero tengo mucha información, y te quiero mañana a primera hora en la oficina de Santiago, tenemos que hablar.
-No hay problema, ahí voy a estar.
-Mucho gusto, espero poder trabajar mucho tiempo con ustedes.
-Nos vemos mañana Mia. Dijo Santiago.
-Si claro.
Me di la vuelta y caminé hacia mi mesa, el juego, comenzaba
Mañana.
domingo, 6 de diciembre de 2009
"CAPITULO 4 PARTE 2" @ 9:46
Los dos volvieron a mirarse, parecían en duda de querer contarnos o no.
Todo estaba en silencio, y el tiempo se hacia mas lento. Hasta que por fin Nicholas decidió hablar.
-No vamos a decir su nombre. Supongo que si sos un buen detective, lo vas a encontrar. Dijo mirando a Sam.
Sam afirmó.
-Él siempre fue nuestro amigo, desde que estábamos en la Secundaria. Dudábamos de que andaba en negocios turbios con su padrastro, pero nunca le dimos importancia. Un día nos dijo que debíamos ir al banco a buscar unos papeles, que estaba enfermo y no podía ir. Adentro había un supuesto hombre conocido, que jamás habíamos visto. Ingresamos con él a un cuarto lleno oscuro, cuando prendió la luz, estábamos rodeados de dinero. Después llego la policía. Eso es todo.
-Demasiado extraño, y porque estaban sus huellas?, algo tienen que haber tocado.
-Es lo único que podemos contar.
Me di vuelta y mire a Santiago.
-Bien es todo por hoy, pueden retirarlos Dijo.
Los policías se llevaron a los dos a la celda de nuevo, la entrevista había terminado.
Nosotros nos quedamos hablando.
-Es bastante interesante el caso, yo lo tomaría Santiago. Dijo Sam
-No se, vamos a tener que realizar muchas investigaciones si no quieren hablar.
-Yo ya pongo a mi equipo a trabajar, solo resta que te decidas.
-Bien, Mia, Buen trabajo, te dije que vos podías.
-Gracias Santiago.
-Visto y considerando que podes, y sos muy buena. Tenes el trabajo.
-De verdad?
-Si, y tomamos el caso, creo que podemos ganarlo con vos de nuestro lado.
-Es verdad. Dijo Sam.
-Mañana a primera hora comenzamos, este caso nos va a llevar mucho tiempo.
-Y esfuerzo. Dijo Sam mientras nos dirigíamos hacia la puerta.
"CAPITULO 4 parte 1" @ 9:23
Me quede observándolos un rato, que creo que fue extremadamente largo. Sentía la vista de Sam y Santiago encima mio. Hasta que reaccione y mire a Sam, me hizo una seña para que me acerque.
-Estas bien?
-Si, si. Creo.
-Bueno tranquila, acercate al microfono y preguntales, no pasa nada.
-Ok.
Me acerque al vidrio, ellos me miraban fijamente, tenían la vista intimidante, y te hacían sentir estúpida. Daban miedo.
-Buenos días.
No respondieron.
-Bien, nosotros podríamos ser sus futuros defensores, así que no les conviene mentirnos. Espero que respondan con la verdad.
Por fin uno de los dos abrió la boca
-Jamás podría mentirte.
Hablo rápido, debe de haber durado prácticamente un segundo. El chico que hablo tenia el pelo corto y hacia arriba, era un poco más musculoso a comparación de su compañero, que tenia rulos.
En fin, me di vuelta y mire a Santiago, me hizo una seña rara, y me dijo "vos podes".
Como siempre me decía.
Me acerque de nuevo al micrófono y empece con las preguntas.
-Ustedes robaron el banco?
-No. Dijo Nicholas.
-Entonces quien lo hizo?, porque esta claro que las huellas dactilares eran de ustedes.
-Alguien armo todo esto y nos engaño. Simplemente eso.
-Y Quien los engaño?
-No te podemos decir el nombre.
-Por?
-Estaríamos en peligro. Dijo el chico de pelo corto, Joseph. Era la segunda vez que emitía palabra.
-Más del que están ahora?, ustedes deciden, o su libertad o la de él. Que creen?
-Vamos a dejar las cosas como están.
Mire a Sam.
-Seguí, vas genial. Me dijo.
-O sea, que prefieren estar años en prisión, por códigos?
-Nunca lo entenderías. Esta era la tercera vez que Joseph hablaba.
-Por qué no?
Los dos se miraron entre si, y luego posaron su vista en mi.
-Es mucho más de lo que se imaginan.
Atrás de mi se escucho la voz de santiago.
-Somos todo oídos.